viernes, 8 de abril de 2011

La sombra sin dueño (Daniel Parada Ávila)

LA SOMBRA SIN DUEÑO

Había una vez un niño muy raro. Se llamaba… ¡El niño no sabía cómo se llamaba! Pasaron los años y aún no adivinaba su nombre. Un día el chaval estaba con sus padres en el coche cuando… ¡Se estrellaron! Sobrevivieron, pero desaparecieron. Dos semanas más tarde, por la noche, apareció una sombra que detrás de ella ¡no había nadie! Un señor pasó y la vio, la sombra sacó un cuchillo y ¡Chas! Lo apuñaló y se largó. Desde ese día empezaron a desaparecer muchas personas: policías, bebés, padres, madres, arquitectos… Pero en realidad no desaparecían ¡ la sombra se los comía! De hecho, se comió al presidente y asumió el mando el vice. Mandó a los científicos estudiar a la sombra misteriosa mientras se iba haciendo más y más y más grande. Mientras mandaba tanques para destruirla, los científicos dijeron al presidente: “solo se puede ganar con un millón de linternas”. Toda la ciudad sacó sus linternas y apuntaron a la sombra. La luz la debilitó y fue haciéndose más pequeña y más, y más… hasta que era como una hormiguita y por fin desapareció.

Desde ese día los que habían sido asesinados revivieron y todos se quedaron ya tranquilos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario